Relatos de un Observador de la Vida...

Un pequeño blog de relatos y reflexiones, observaciones de la vida y sus condimentos.

lunes, 2 de abril de 2018

El Periplo Verbal de Juan


Rechinaban tazas y estruendoso sonido del vapor escapando de la maquina de café eran canciones aquella mañana en Rosario, un café con leche para Alexis y un expreso para Juan que fumaba un cigarrillo recién armado, bebió un sorbo, miro fijo a Alexis y arrancó:
-         ˂˂Muchas culturas ancestrales afianzan sus creencias en la vida después de la muerte, sin importar cuál sea el Dios, que haya creado al mundo, o su nombre, y eso es posible desde la idea del Alma, como lo que realmente somos, y el cuerpo como un vehículo por el cual nos movemos en esta vida terrenal o de tercera dimensión, y se cree que esta Alma, puede no ser Joven, cuestión que, permite pensar en la reencarnación también, ya que esa alma puede, volver a ocupar otro Vehículo, y también, hay personas o filosofías que explican maneras de acceder a la información que contiene esa alma, y que en ocasiones podemos acceder de manera inconsciente, y poder tener una información, que no adquirimos mediante el estudio, lectura o del compartir con personas, sino que solo llega a nosotros porque siempre estuvo ahí, hay personas muy jóvenes que pueden ser muy sabias, ya que sus almas no lo son y en antiguas vidas pudieron verse empapados de conocimiento y experiencia, que ocurre normalmente, que pecamos de soberbia, creyendo que el joven debe aprender del viejo, y esto nos despoja de la sensibilidad necesaria para darnos cuenta, cuando nos están enseñando, y perdemos , tal vez, una herramienta que nos humaniza considerablemente, la capacidad de escucharnos, aunque estemos plenamente convencido de una situación, podemos encontrar un universo paralelo, en las palabras de un niño, podemos encontrar mil alternativas, en el consejo de un adolescente, pero, nuestra soberbia puja, y cedemos, ignorando o tachando esa información como incompleta o lejos de la realidad, convirtiéndonos en verdaderos ciegos y sordos de la vida, que nos grita, pero no escuchamos, nos ilumina, pero no vemos, tercos chocamos mil veces la pared hasta que la atravesamos, y no cruzamos por el portal, que inútilmente se halla montado sobre ese muro, reconocerse, es curarse un poco, viene a mi mente, que atosigada de ideas, intenta liberarse, pero que solo encuentra consuelo en un pequeño mea culpa en plural. En ocasiones somos tan ignorantes de nuestra ignorancia, que queremos evangelizar con esa ignorancia a los demás, en especial a los más pequeños.˃˃
Tomó el ultimo sorbo que le quedaba a la soda y apago el cigarrillo en el cenicero de vidrio, hace un gesto con la mano al mesero para pedir la cuenta, esa mañana Juan tenia una entrevista de trabajo.




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