Resonaba esta mañana esa pregunta en mi cabeza, quien me la
hacía y por qué. Unos largos 20 minutos busque respuestas, analice, me
replantee y volví a preguntar ¿Cuánto dura un año?
Dura una eternidad pensé. Cuando recordaba los mates que me
tome el verano pasado con mi mamá, las charlas que teníamos, las ganas de reírme
con mi hermano, compartir un vino y largas charlas con mi viejo. El abrazo con
los amigos, los que te escriben a menudo para contarte algo, o para preguntarte
si estas bien. La foto es bastante actual, pero esa eternidad había durado un
año. Una eternidad al día siguiente del cumpleaños de mi hija, que tiene que
esperar un año para volver a vivirlo. Una eternidad, cuando tenemos que esperar
la resolución de un trámite, esperar a alguien. Esos bien aventurados 365 días,
resultan eternos.
Su sonrisa iluminó mis pensamientos, hacia un año la había escuchado
por ultima vez, sin saber que seria la ultima vez que la iba a escuchar, pensé que
la eternidad sería el tiempo que iba a vivir sin su sonrisa. Su recuerdo estaba
tan presente, tan actual que parecía que la había escuchado reír recién, que no
había pasado tanto tiempo de que me cocinaba esos riquísimos pierogis, los mates
y las historias. Dura un instante me respondí.
Fue ahí cuando comprendí lo atemporal que puede ser el
tiempo, y de que es realmente una idea, que no existe como tal, que el mismo lapso
de tiempo puede ser una eternidad y un instante al mismo tiempo, que son las emociones
las que deciden. Que el ahora es lo mas real que vamos a tener, y que es un
verdadero regalo, por eso le decimos “presente”.
Entonces, ¿cuánto dura un año para vos? Y ¿cuánto tiempo mas
necesitas para estar hoy, presente en el presente?
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